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INTERVENCIÓN ARTÍSTICA EN MEMORIA DE SANDRA Y RUBÉN

Ese jueves 2 de agosto de 2018 Sandra y Rubén llegaron antes de las 8 de la mañana a la escuela N°49 Nicolás Avellaneda, de la localidad Bonaerense de Moreno donde trabajaban.  Querían tener listo el mate cocido que minutos después debían servirle a los casi 500 estudiantes que asisten diariamente a dicha institución educativa.

 

En esa escuela de doble jornada como en tantas escuelas bonaerenses, además de trabajar los contenidos curriculares, se brinda contención y se garantiza la merienda y el plato de comida a niños y niñas de comunidades con muchas necesidades.

 

Sandra Calamano tenía 48 años y era la vicedirectora de la escuela, afiliada a Suteba. Estaba casada con Maxi y tenía dos hijos en el secundario. La recuerdan como una trabajadora incansable que abría la escuela hasta los sábados para que los chicos jueguen a la pelota, participen de la orquesta y tomen el mate cocido por supuesto.

 

Sobre Sandra:

Siempre estaba atenta a las necesidades del resto, como en esas enteras y eternas madrugadas que pasaba haciendo tortas para llevar a la escuela. A pesar del cansancio amaba la docencia, la hacía muy feliz. De hecho, también trabajaba los sábados en el programa Patios Abiertos, donde notó que los días que cocinaba asistían el doble de chicas y chicos. Allí laburaban con el deporte y las manualidades, era una gran recolectora de materiales reciclables. De repente íbamos en el auto y con un grito me pedía que frenara: “¡¿Viste eso?!”. Y levantaba una bolsa de telas para su taller de costura.

Así la describía su marido, Maximiliano Grah.

 

 

Rubén Rodríguez tenía 49 años y trabajaba de auxiliar de la escuela en la que había cursado su educación primaria, prácticamente toda su vida estuvo vinculada a escuela 49.  Se desempeñaba como portero y como profesor de carpintería, afiliado a Ate.  Estaba casado con Mabel, docente en otra institución, y tenía una hija de 12 años.

Sobre Rubén:

 

Siempre con esa pensamiento de que ayudando al otro, todo era mejor. Además de trabajar como auxiliar, daba taller de carpintería en esta escuela en la que trabajaba hacía 28 años. Lo conocía muchísima gente. Generó ese sentimiento de que había que confiar en el otro a cualquier precio. Era un gran luchador por la escuela pública. Era una persona hermosa.

Lo describieron así sus compañeros de trabajo, en el documental

“La tragedia de Moreno, un crimen social contra la educación pública”.

 

Ellos fueron los primeros en llegar al lugar antes de las 8 ese 2 de agosto, minutos antes de que las puertas dejen ingresar a los casi 500 estudiantes. Pero la explosión de la garrafa que abastecía de gas la cocina de la escuela terminó con las vidas de Sandra y Rubén.

 

Este hecho caló profundo en toda la comunidad educativa bonaerense. Aunque no conozcamos particularmente a Sandra y a Rubén, todos y todas conocemos a personas que como elles, mantienen de pie a nuestras escuelas a pesar del abandono del Estado Provincial. Sabemos que un hecho similar pudo haber pasado en cualquier escuela de nuestra ciudad. Quienes las habitamos sabemos que es así. Y lo que es peor, que aún podría pasar. Como Sandra y Rubén trabajamos y luchamos por una educación de calidad, y eso implica poder enseñar y aprender en edificios escolares seguros con la inversión necesaria para que no ocurran nunca más tragedias evitables como la que hoy estamos recordando.

 

A cumplirse el primer aniversario de su muerte creemos imprescindible reivindicar su memoria, en la que se destacan el amor y compromiso por la escuela pública presente en su trabajo y militancia sindical.

 

Hoy, Sandra y Rubén se traducen en lucha, en bandera que flamea en nuestros corazones. 

El dibujo diseñado para el mural se dividió en 24 partes. Esta descripción de los hechos fue recibida por 24 grupos, instituciones organizaciones sindicales, sociales, políticas y educativas de la ciudad junto con una "fracción de mural" y un instructivo preciso para su pintura y collage. Se propuso pintar con materiales de escuela como los mapas, papel glasé, hojas de carptea rallada, cuadriculada, residuos de lápices, etc. 

Participaron de la confección del mural : CGT - CTA.A - CTA T. -  ATE - SUTEBA  - SADOP - FEB - UDOCBA - STM - ADUM - INSTITUTO ALMAFUERTE - ES CUELA DE ARTES VISUALES MARTÍN.MALHARRO - EMAD - IPA - INSTITUTO 19 - INSTITUTO 84 - ESCUELA DE CERÁMICA - CONSERVATORIO - FES - CIIE - COLECTIVO FARO DE LA MEMORIA -  DEFENSORIA MUNICIPAL y PROVINCIAL y CONCEJO - ATAHUALPA - CETEP.

Las 24 partes se instalaron en el frente del Consejo Escolar de General Pueyrredón. En la inauguración del mural, se convocó a les participantes a realizar una letra en papel glasé para completar la consigna de la bandera de arrastre que lleva el diseño. 

Ya conté que se utilizaron materiales escolares para pintar el mural (papel glacé, hojas de carpeta, mapas, etc), y, más allá de que fueron barnizados, todes sabemos que esos materiales no resisten la intemperie por mucho tiempo. Pero pensamos que esta situación nos obligaría a hacer un encuentro para su mantención, cada año. Y en cada encuentro volver a comprometerse en la lucha por Escuelas dignas y seguras.

Este año 2020 no pudimos hacerlo en agosto, pero ni bien aclaró el tiempo y la fase de la pandemia, junto a la Comisión de DDHH del Consejo Escolar de General Pueyrredón, con Verónica Castro y Eva Fernández coordinando el encuentro, aprovechamos para incluir la placa con todas las instituciones y organizaciones de la comunidad educativa marplatense presentes en la realización de este mural, con el que pudimos gritar presente! por Sandra y Rubén una vez más.